¿Qué es la carga en eficiencia energética?
La carga es la cantidad de energía que se necesita para mantener un equilibrio de energía. Por ejemplo, en el caso de la carga térmica, es la energía necesaria para mantener una temperatura cómoda en un espacio, teniendo en cuenta las ganancias y pérdidas de energía según las condiciones del entorno.
Las unidades más utilizadas para medición de cargas son:
- kilovatios (KW)
- kilovoltio amperios (KVA)
- Trabajo (W)
- julio (j)
- Kilovars (KVARS)
- Amperios (Amp)
¿Qué es la demanda en eficiencia energética?
La demanda de energía se refiere a la cantidad de energía requerida por individuos, empresas o entidades para satisfacer sus necesidades eléctricas y otros usos energéticos durante un período determinado. Esta medida se expresa en gigavatios por hora (GWh).
Al calcular la demanda de energía final, solo se tiene en cuenta la energía destinada a usuarios finales, que se reconocen en sectores como residencial, comercial, industrial, educativo, hospitalario, entre otros. Este cálculo excluye la energía necesaria para la extracción o producción de energía primaria, así como la demanda en instalaciones de transformación, como centrales eólicas, hidroeléctricas o refinerías.
La demanda de energía no solo está relacionada con el volumen y tipo de usuarios, sino que también se ve influenciada por factores como la economía, las condiciones climáticas y las estaciones del año.
La demanda de energía está experimentando un crecimiento anual, impulsado por el aumento de la población, la adopción de nuevas tecnologías y la electrificación de comunidades urbanas y rurales. Para abordar estas crecientes necesidades, las energías renovables están ganando terreno como una solución para cubrir las deficiencias en la demanda energética.
La tipología de construcción de un edificio, su ubicación geográfica, las instalaciones que alberga, sus usos específicos y su capacidad de generar energía renovable son características esenciales que influyen en la determinación de la demanda de energía de ese edificio. Por lo tanto, este concepto desempeña un papel crucial en la fórmula general utilizada para calcular el consumo de energía de cualquier edificación.
Consumo= (Demanda /rendimiento )* Aporte renovables
Todo lo anterior cobra gran relevancia, ya que un edificio ubicado en una zona costera presentará un consumo energético diferente en comparación con otro enclavado en la montaña o en una zona de temperaturas moderadas. Además, es importante destacar que una vivienda tendrá requisitos energéticos distintos a los de una oficina.
Sin embargo, debemos tener en cuenta que el diseño mismo del edificio puede ejercer una influencia significativa en su consumo energético para lograr el confort térmico deseado. Por ejemplo, un edificio situado en una región de clima frío que carezca de un adecuado aislamiento térmico retendrá menos calor en su interior, lo que resultará en una mayor necesidad de consumo energético para mantener una temperatura confortable. Asimismo, es crucial evitar problemas como las condensaciones y los puentes térmicos, los cuales abordaré en futuros artículos.
Por todas estas razones, diversos países han establecido regulaciones y restricciones específicas en relación con la demanda de energía en la construcción. Un ejemplo de ello es el Documento Básico HE1 del Código Técnico de la Edificación en España. Este documento proporciona directrices para el cálculo y limitación de la demanda energética en edificaciones nuevas y en la rehabilitación de edificios existentes. Aquí, el consumo energético se limita en función de la zona climática y el uso previsto del edificio. Por tanto, si en tu país no existe una normativa similar, el Documento Básico HE1 puede servir como referencia para establecer pautas de consumo. Es fundamental que revises qué zona climática se ajusta mejor a tu ubicación geográfica.