La arquitectura surgió como una respuesta a la necesidad de resguardarnos de las inclemencias del entorno, como la lluvia, el frío, el calor, entre otros. Uno de sus principales propósitos es preservar el confort térmico de sus habitantes. Cuando nos referimos al confort térmico, hablamos de encontrar un equilibrio en la temperatura que nos permita sentirnos cómodos en un espacio, es ese estado en el que pensamos: "Me encuentro muy a gusto aquí".

En un entorno cálido, logramos el confort térmico enfriando el espacio, mientras que en un ambiente frío, lo conseguimos calentándolo. Sin embargo, la manera en que llevamos a cabo la refrigeración o calefacción puede no ser sostenible ni saludable. Por esta razón, vamos a definir qué significa el confort térmico en nuestro contexto.

El confort térmico se trata de reducir el consumo energético sin renunciar a la "comodidad" de poder gozar de una temperatura y humedades adecuadas en cada momento. 

¿Pero cómo logramos este confort térmico en el interior de un edificio? Lo conseguimos a través de un análisis minucioso de las condiciones climáticas del entorno, lo que denominamos estrategias bioclimáticas. Luego, dimensionamos la envolvente del edificio, incorporando el diseño pasivo como factor fundamental. Finalmente, determinamos las instalaciones térmicas necesarias, lo que implica considerar la eficiencia energética.

Errores en la Eficiencia Energética: Identificando Soluciones

Uno de los desafíos más apremiantes en la actualidad se relaciona con las considerables emisiones de gases de efecto invernadero vinculadas al calentamiento y enfriamiento de espacios mediante sistemas de calefacción y aire acondicionado que requieren electricidad, la cual, a menudo, implica la generación de emisiones. Se estima que aproximadamente el 40% de las emisiones globales proviene del sector de la construcción. En consecuencia, en los últimos años, el sector de la construcción se ha convertido en un punto focal para la búsqueda de soluciones que reduzcan estas emisiones, y es aquí donde la eficiencia energética desempeña un papel fundamental para lograr la descarbonización del sector de la construcción.

Sin embargo, el verdadero problema radica en que muchas de las soluciones de eficiencia energética se implementan una vez que el edificio ya está construido, como la instalación de paneles solares para generar energía fotovoltaica o la sustitución de luces convencionales por focos LED para reducir el consumo energético. Estas soluciones son válidas, pero el problema es que, durante la etapa de diseño inicial, no se consideran aspectos fundamentales como la orientación, la aprovechamiento de la luz natural y las estrategias bioclimáticas y pasivas para minimizar el consumo energético. Es solo después de esta fase que se debería considerar la implementación eficiente de energía, si es que resulta necesaria según la ubicación del proyecto.

Un ejemplo que ilustra esta situación es la normativa vigente en algunos países, como España, que tiene como enfoque principal mejorar la eficiencia energética de los edificios y reducir su consumo. Esta normativa establece la obligación de proporcionar un certificado de eficiencia energética a los compradores o usuarios de los edificios, que incluye información objetiva sobre la eficiencia energética del edificio y valores de referencia, como requisitos mínimos de eficiencia. En teoría, este documento debería promover la construcción de edificios altamente eficientes y la inversión en ahorro de energía. ¿Pero se logra realmente este objetivo?

Uno de los problemas que enfrentan algunos edificios con una alta calificación de eficiencia energética es que logran este puntaje elevado debido a la implementación de fuentes de energía renovable, sin considerar adecuadamente el confort térmico de los ocupantes. Por ejemplo, una persona descansa en su sala de estar, disfrutando de amplias ventanas que ofrecen vistas hermosas al exterior, pero el sol directo entra y calienta el espacio. La persona comienza a sentir calor y enciende el aire acondicionado, que se alimenta con energía renovable. A primera vista, parece una solución perfecta, pero este problema podría haberse evitado mediante un diseño más cuidadoso, como la instalación de aleros o la aplicación de estrategias para evitar la entrada directa del sol y el calentamiento del espacio. Una vez más, esto demuestra que se trata de un error de diseño que podría haberse evitado en las etapas iniciales del proyecto.

Fundamentos para Comprender al Edificio como un Sistema Energético

Los edificios desempeñan un papel crucial en el consumo de energía y su impacto ambiental. Comprender a un edificio como un sistema energético es esencial para abordar la eficiencia energética y la sostenibilidad en la construcción. En esta introducción, exploraremos los conceptos básicos que permiten analizar y conceptualizar un edificio desde la perspectiva de su rendimiento energético. A medida que avanzamos en esta exploración, descubriremos cómo factores como el diseño arquitectónico, los materiales de construcción, las tecnologías y la gestión pueden influir en la eficiencia energética de un edificio, contribuyendo así a la reducción de su huella ecológica y a la promoción de un entorno más sostenible. 

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