Retos para aplicar la arquitectura sostenible en 2024
Introducción
Desde que en 1987 se acuñó el término "desarrollo sostenible" en el informe Nuestro Futuro Común, la idea de una arquitectura que respete el ambiente ha ido cobrando fuerza. Sin embargo, este concepto no es reciente. Ya en 1935, Frank Lloyd Wright diseñaba la Casa de la Cascada, buscando armonía con el entorno natural. Cuando salí de la carrera, mi educación en arquitectura apenas rozaba estos temas, centrada más en las necesidades inmediatas que en el legado para futuras generaciones. Una casa bonita, funcional y bien construida. ¿Pero y la sostenibilidad?
Recuerdo que al final de mi carrera, mi universidad introdujo una asignatura optativa llamada Bioclimática, que captó poco interés. Yo, en ese entonces, opté por estudiar estructuras especiales, atraída por la admiración hacia el arquitecto que impartía la clase. Hoy, me siento como parte de una generación que empezó su carrera casi a ciegas en temas de sostenibilidad, confort ambiental, análisis de ciclo de vida, o estrategias de descarbonización.
Actualmente, nos encontramos ante un cambio de normativas que nos empuja a reflexionar más profundamente sobre lo que construimos y el impacto de nuestras obras. ¿Pero estamos realmente preparados para integrar la sostenibilidad en nuestros proyectos? Desde mi experiencia en México, la respuesta es no, aunque hago cuanto está en mis manos para revertir esta situación desde mi experiencia en Barcelona. En contraste, países de la Unión Europea experimentan la sostenibilidad como una camisa de fuerza a la que deben adaptarse, mientras que paises como Chile o Colombia avanzan hacia una transición más armónica.
Y es por eso que escribo este artículo. No todo es un camino de rosas; hay retos y realidades duras que enfrentar. Sí, sería ideal que todo fuese sostenible, pero la gran pregunta es: ¿Cuales son los retos para aplicar la sostenibilidad en la construcción?
Retos para aplicar la sostenibilidad en 2024
Hemos avanzado significativamente hacia la sostenibilidad, pero aún queda un largo camino por recorrer hasta que podamos hablar de "Arquitectura" como sinónimo de práctica sostenible, sin necesidad de adjetivos. Hoy, comparto reflexiones sobre estos retos desde mi perspectiva y la de tres arquitectas a quienes admiro profundamente. En futuros artículos, continuaré enriqueciendo esta discusión con opiniones de otros colegas y amigos del sector.
Conciencia y educación
Esta semana, envié un mensaje de audio a Jade Serra , cuyo trabajo activista admiro profundamente, tanto en sus proyectos con Slow Studio como en sus ponencias sobre educación y concienciación en sostenibilidad. Mi petición fue directa: "Jade, compárteme los retos que enfrentas al aplicar la arquitectura sostenible". Aquí está lo que me respondió (transcripción directa del audio):
Creo que para nosotros lo más difícil es la parte de concienciación, Porque nosotros también empezamos con la parte de divulgación y de investigación, que yo creo que lo más importante es que las personas adquieran conciencia. Porque al final es una cuestión de construir sostenible, es una cuestión de querer hacer bien las cosas y entender las ventajas que supone esto para el planeta y para uno mismo y para las personas, para el bien común. Entonces, para nosotros el reto más importante yo creo que es este. El concienciar a las personas, el hacerles llegar como una casa más consciente, más contenida, que utilice menos recursos planetarios, que tenga una menor huella de carbono, menos consumo de energía... No sólo es bueno para ellos, sino bueno para el resto de las personas que habitan el planeta, para sus hijos, para, bueno, esta conciencia humana o esta empatía humana, que yo creo que a veces es lo que nos falta como sociedad. El entender que el bien propio depende del bien común, ¿no? Y si sólo miramos por nosotros pues no vamos a sobrevivir. El entender que tenemos que trabajar en colaboración, y pensando que nuestras acciones tienen un impacto sobre el resto de personas que habitan este planeta, y que al final el propio hecho de construir una casa, ya somos los privilegiados por poder tener acceso a una vivienda, condiciones de seguridad, de salubridad, de protección, y esto. Adquirir esta conciencia humana y planetaria, creo que es el mayor reto de la arquitectura sostenible, porque sin esto no avanzamos, y creo que por esto también, bueno, es el tema que yo siempre comento, que al final nos convertimos en activistas, porque es que hay que salir del estudio y tomar acción, porque no vale solo estar encerrados y quejarnos de que no se avanza, sino que hay que salir y lucharlo.
En resumen hay un desafío de la educación y el cambio cultural es considerable. Incrementar el conocimiento y la conciencia sobre los beneficios de la arquitectura sostenible entre arquitectos, ingenieros, constructores y el público en general es fundamental. Se requiere un cambio cultural que promueva la responsabilidad ambiental y la sostenibilidad en todos los niveles de la sociedad, desde la planificación y diseño hasta la construcción y el mantenimiento de los edificios.
Observa a tu alrededor y cuenta cuántos de nuestros colegas en la arquitectura adoptan la sostenibilidad, la descarbonización y la salud en sus construcciones por convicción propia y no por mera necesidad. En España, he oído a varios colegas lamentarse: "Solo implemento estas prácticas porque, de lo contrario, no me conceden la Licencia de Obra". Esta es una realidad palpable. A menudo, se nos tiene que forzar a adoptar medidas sostenibles antes de que consideremos integrarlas naturalmente en nuestros proyectos. Afortunadamente, no todos pensamos igual.
Visión transversal
Jade no es la única arquitecta que admiro por su dedicación a promover la sostenibilidad a través de la concienciación. Sonia Hernández-Montaño Bou de Arquitectura Sana , es otra ferviente defensora de construir con un enfoque en la salud de las personas y la sostenibilidad. Al igual que a Jade, le envié un mensaje de audio, preguntándole cuáles son los retos que ella enfrenta al aplicar la sostenibilidad. Aquí está su respuesta(transcripción directa del audio):
Precisamente uno de los retos a nivel de sostenibilidad que desde hace años nos hemos de enfrentar, para mí, es la falta de visión transversal. Es decir, la sostenibilidad se intenta aplicar bajo mi punto de vista con soluciones, con recetas. Es como si le pongo esto, pues ya es sostenible. Y realmente la sostenibilidad es mucho más holística, integral, transversal. Y para eso hacen falta conocimientos mucho más amplios que no de una respuesta concreta y clara. Y una visión transversal de muchas cosas. Porque principalmente también esta sostenibilidad se ha basado como en aparatos. Hemos dejado perder la física de la construcción en muchas ocasiones. Y se intenta resolver normalmente a través de sistemas de instalaciones. Y ahí también se pierde muchísima potencia. Porque es realmente ir al aparato que va a hacer que todo eso sea sostenible. Y bueno, pues para mí la mirada es mucho más amplia, es mucho más diversa. Y más difícil desde el punto de vista que requiere pensar. No tan cómoda como aparentemente queremos que sea. Pero evidentemente se puede llegar mucho más lejos. Y que igualmente sea cómodo, porque el conocimiento al final te da mucha más libertad. Así que no sé, para mí ese es el gran reto. Que es el de trabajarlo con mucha más transversalidad y multidisciplinaridad.
No es prioridad para todo el mundo.
Uno de los desafíos más importantes en la construcción sostenible es la reducción de la huella de carbono. Este aspecto es crítico debido al significativo impacto que las actividades de construcción tienen en las emisiones globales de CO2. A pesar de que materiales tradicionales como el hormigón y el acero son preferidos por su facilidad de fabricación, su elevado consumo energético y gran impacto ambiental los hacen menos deseables desde una perspectiva sostenible. Sin embargo, su uso continúa siendo promovido por universidades y colegios de arquitectos, entre otros. Esto me lleva a preguntar: ¿No debería ser una prioridad salvar a nuestro planeta? Para muchos, la respuesta es no. Si no nos preocupa nuestro planeta, es porque simplemente no es una prioridad para algunos países que priorizan su propio desarrollo. Hace unos años, vi un documental sobre cómo India rechazaba la transición energética, argumentando que es un país cuyo desarrollo ha sido arduo y que, gracias al carbón, está logrando avanzar. Lo mismo sucede a nivel personal: ¿Por qué debería cambiar mi forma de construir si siempre lo he hecho de esta manera? No tengo tiempo para estudiar ni para actualizarme. Colocaré unas placas solares y afirmaré que es sostenible. Es sobre esto que me compartió Ms. Arq. Laura Medina Vicente de Ekoa Arquitectura Bioclimática. Admiro a Laura porque logra integrar la bioclimática con la eficiencia energética y entiende claramente sus diferencias. Así que esto es lo que me compartió:
Aquí en México el problema es que todavía no hay conciencia, no hay conciencia y no es la prioridad. Todo el mundo habla de la sostenibilidad, todo el mundo tiene el discurso muy claro de si soy sostenible. Te hablo a nivel industria con las políticas ESG que cumplen o que tienen que estar alineadas con los objetivos de desarrollo sustentable de la ONU. Las industrias ya están empezando a exigir que cumplan con las políticas ESG. Si me preguntas a mí, yo lo veo como un discurso de greenwashing total en el cual habrá cosas que se ejecuten, habrá cosas que no, pero la realidad es que a la hora de decir que cumplimiento de emisiones de huella de carbono tienes o realmente tu consumo energético, tu consumo del agua está viniendo de fuentes sostenibles eso yo creo que no es cierto, no se está llegando a una realidad. Sí hay mucho discurso por detrás, pero la realidad es que no se ejecuta, se queda la mitad del discurso en palabras. Esa es mi primera opinión de ese tema, de eso, como te digo, mucho greenwashing.
Normativa y políticas que apoyen a la sostenibilidad
En noviembre de 2023, durante una reunión, surgió el tema de la aplicación de la Ley de residuos y suelos contaminados para una economía circular (Ley 7/2022). Aunque muchos conocían su existencia, el principal problema era la falta de conocimiento sobre cómo aplicarla. Nadie la exigía y ni siquiera las propias dependencias sabían cómo implementarla, aunque era un requisito para acceder a los Fondos Next Generation. Aún no sé cómo se resolvió esto; necesitaré investigarlo. Este caso ilustra una problemática común con muchas leyes, normas o políticas: existen, pero no está claro cómo aplicarlas. Además, enfrentamos el desafío de querer utilizar materiales como el bambú o el adobe, que no están regulados. Profundizaré en este tema en otro artículo, pues considero que hay mucho por explorar. En resumen, los obstáculos en la alineación de las normativas locales con los objetivos de sostenibilidad global, así como los problemas en la implementación y cumplimiento de los estándares de construcción sostenible, son significativos.
Financiación y viabilidad económica
La percepción de que la sostenibilidad implica un mayor costo inicial puede ser una barrera significativa para la adopción de prácticas de construcción sostenible. Sin embargo, a largo plazo, los edificios sostenibles suelen resultar más económicos debido a su mayor eficiencia energética y menores costos operativos. En muchos países, esta es la principal barrera entre optar por una construcción sostenible o no. Laura compartió su perspectiva sobre esta situación, mencionando que en México, las desarrolladoras no ven un valor tangible en optar por la sostenibilidad. Prefieren añadir una tercera recámara antes que integrar un diseño pasivo para ahorrar energía. Además, muchas personas no están dispuestas a realizar un desembolso inicial más alto por su vivienda, optando en cambio por arquitectos que les ofrezcan un diseño meramente estético y funcional, sin un análisis profundo que mejore el confort, la salud y la economía del ocupante. En resumen, existen desafíos para obtener financiamiento para proyectos de arquitectura sostenible y dificultades económicas para justificar la mayor inversión inicial en comparación con la construcción tradicional. Es crucial superar la percepción de altos costos iniciales en la sostenibilidad, fomentando políticas de incentivos, subvenciones y beneficios fiscales que faciliten la inversión inicial.
Tecnología e innovación
La integración de tecnología y digitalización supone un desafío adicional en la construcción sostenible. La adopción de nuevas tecnologías, como el software de modelado de información de construcción (BIM), junto con la incorporación de sistemas inteligentes en las edificaciones, es fundamental para optimizar el diseño sostenible y mejorar la eficiencia energética. Sin embargo, la integración efectiva de estas herramientas requiere de inversión, capacitación y una mentalidad abierta al cambio. Aunque contamos con marcos voluntarios como Levels, que ofrecen una visión de lo que podría ser sostenible, no disponemos de un software universal que facilite el cálculo de proyectos. El aumento constante de nuevas herramientas puede complicar el proceso de diseño debido a la incertidumbre sobre cuál es la más adecuada para cada proyecto. En futuros artículos, exploraré y compartiré herramientas que puedan ser de ayuda en este aspecto.
Conclusión
Aplicar la sostenibilidad en la arquitectura y construcción en 2024 presenta retos que son tanto una reflexión sobre nuestras prácticas actuales como una llamada a la acción para el futuro. A medida que la industria enfrenta la urgencia de reducir la huella de carbono y mejorar la eficiencia energética, se evidencia una tensión entre las prácticas establecidas y las innovaciones necesarias para un desarrollo más sostenible.
Aunque existen ejemplos de profesionales que están liderando el camino hacia prácticas más sostenibles, la adopción generalizada aún se ve obstaculizada por estructuras de mercado y educativas que no han evolucionado al ritmo necesario para enfrentar los desafíos actuales.
Considero que los retos son significativos, pero también lo son las oportunidades para innovar y reformar la industria de la construcción. Nos acercamos al 2030, un punto en que debemos reducir las emisiones de carbono y si no buscamos la manera de sobrepasar estos desafíos será muy complicado llegar a la descarbonización y neutralidad climática que tanto se habla.
¿Crees que hay más retos que superar? Me encantaría leer tu opinión para hacer este espacio un lugar de conversación. Muchas gracias a Jade, Laura y Sonia por ser parte de este artículo.
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