Tipologías de arquitectura sostenible
En este artículo seré lo más sincera posible. Cada país tiene su propia versión de lo que es sostenibilidad o sustentabilidad y qué es lo que lo representa. Y es justo por este motivo, que hay diferentes vías, estilos o tipos de formas de hacer arquitectura sostenible ya que cada zona o país ha intentado buscar un desarrollo sostenible ajustado a su realidad.
Mientras Europa se preocupa por las emisiones, posiblemente en África y Asia su mayor preocupación sea el agua.
Intentaré hablar brevemente de cada uno de los tipos, por llamarlo de alguna manera,que he identificado con el tiempo e iré haciendo aclaraciones de cómo se diferencian entre ellas.
Contexto
El papel que desempeñan los edificios y ciudades es fundamental para la consecución del desarrollo sostenible. La vida útil de los edificios es larga y la de las ciudades aún más; por eso es importante buscar estrategias que nos ayuden a lograr lo que en alguna ocasión la Comisión Brundtland nos puso sobre la mesa, un futuro cuyos recursos, contaminación y clima sean reconocidos. No solo centrarnos en el gasto del presente, si no reconocer el efecto que puede tener en la futuras generaciones.
La arquitectura sostenible surge como respuesta directa a la urgencia global de reducir el impacto ambiental del sector de la construcción, el cual es uno de los principales consumidores de energía y recursos naturales, además de ser un significativo emisor de gases de efecto invernadero. La idea es construir espacios que coexistan armoniosamente con su entorno natural, sean eficientes en términos de energía y recursos, y que promuevan la salud y bienestar de sus ocupantes durante toda la vida útil del edificio y después de la misma. Pero no solo se debe centrarse en la parte social, si no también en la parte económica y social como te había explicado en el artículo sobre la definición de arquitectura sostenible.
Tipos de arquitectura sostenible o sustentable.
El desarrollo de múltiples tipologías dentro de la arquitectura sostenible, como la arquitectura bioclimática, pasiva, bioconstrucción, arquitectura natural, ecológica, biomimética y regenerativa, responde a la diversidad de climas, culturas, tecnologías y recursos disponibles en diferentes partes del mundo (Esta diferencia lo hablé en el artículo de Mentalidad, en la parte de cultura). Cada una de estas tipologías enfoca ciertos aspectos del diseño sostenible.
La arquitectura bioclimática aprovecha las condiciones climáticas locales para mejorar el confort térmico, acústico, visual y olfativo; la arquitectura pasiva se centra en maximizar el ahorro energético mediante el diseño y construcción que reducen la necesidad de calefacción y refrigeración artificial; la bioconstrucción y la arquitectura natural priorizan el uso de materiales locales y naturales que son menos perjudiciales para el medio ambiente; la arquitectura ecológica integra sistemas que apoyan la sostenibilidad en todos los aspectos del edificio; la biomimética busca soluciones inspiradas en la naturaleza para optimizar la funcionalidad y eficiencia, y la arquitectura regenerativa va un paso más allá, intentando restaurar y revitalizar el entorno natural directamente.
Esta diversidad refleja un enfoque holístico y adaptativo hacia la sostenibilidad, permitiendo que la arquitectura sostenible sea versátil y aplicable globalmente bajo distintas circunstancias y requerimientos. A continuación daré una pequeña introducción de cada una de ellas, pero en futuros artículos estaré detallando más cada una de estas tipologías.
Arquitectura Bioclimática
Yo lo considero un principio de la arquitectura bioclimática, pero la realidad es que hay muchos despachos de arquitectura que se especializan en bioclimática. Yo misma me he especializado en este tipo de arquitectura porque he aprendido las ventajas de aplicarlas al proyecto arquitectónico, al mejorar la calidad de vida de las personas a través de un buen diseño de los espacios que se aprovechan de los recursos naturales existentes.
La arquitectura bioclimática se centra en el diseño de edificaciones que se adaptan y aprovechan las condiciones climáticas locales para maximizar el confort térmico, sin dependencia excesiva de sistemas mecánicos de calefacción o refrigeración. También se preocupa por mejorar el confort visual, olfativo, acústico y psicológico. Esto implica un estudio detallado del clima, incluyendo la temperatura, la humedad, el viento y la radiación solar del lugar donde se construirá el edificio.
El diseño bioclimático utiliza estrategias como la orientación óptima del edificio, el diseño de las ventanas, la masa térmica, los voladizos, y la vegetación para controlar la exposición solar y la ventilación natural.
Por ejemplo, en climas cálidos, un edificio bioclimático podría tener elementos de sombreado que bloquean el sol directo en verano, mientras que permiten la entrada de luz solar en invierno para calentar de forma natural los espacios interiores.
Arquitectura pasiva.
La arquitectura pasiva, se enfoca principalmente en reducir al mínimo la necesidad de energía para calefacción y refrigeración, apuntando a crear edificios que puedan mantener condiciones de confort térmico con el mínimo input energético posible.
Este enfoque se basa en un conjunto de principios de diseño y técnicas de construcción que incluyen una envolvente térmica altamente aislada y hermética, ventanas de alto rendimiento, y una disposición que optimiza la ganancia solar pasiva y la ventilación natural. Un edificio pasivo típicamente emplea sistemas de recuperación de calor y una atención meticulosa a la eliminación de puentes térmicos (puntos donde se pierde calor debido a la interrupción del aislamiento).
Los estándares de construcción pasiva son cuantitativos y utiliza métricas específicas como las proporcionadas por el Instituto Passivhaus. Mucha gente lo confunde con la bioclimática. Pero mientras que la arquitectura bioclimática se centra en adaptar el diseño del edificio a las condiciones climáticas locales específicas, la arquitectura pasiva establece un conjunto de criterios técnicos enfocados en la eficiencia energética y el control riguroso de la envolvente del edificio para minimizar la necesidad de energía externa. Ambos enfoques contribuyen significativamente al desarrollo de edificios sostenibles, aunque desde ángulos ligeramente diferentes.
Arquitectura Ecológica
La arquitectura ecológica, también conocida como arquitectura verde, se centra en la minimización del impacto ambiental de los edificios a través del uso eficiente de materiales, energía y el desarrollo del espacio construido de manera sostenible y respetuosa con el medio ambiente. Este enfoque no solo considera la eficiencia energética durante la fase de uso del edificio, sino que también aborda la selección de materiales de construcción sostenibles, el manejo eficiente del agua, la calidad del aire interior y la integración del edificio con su entorno natural. Las técnicas pueden incluir el uso de materiales reciclados o renovables, sistemas de recolección de agua de lluvia, techos verdes, y el tratamiento y reciclaje de aguas residuales.
Además, la arquitectura ecológica a menudo busca alcanzar certificaciones ambientales como LEED, BREEAM, entre otras, que validan y dan fe del compromiso del proyecto con prácticas sostenibles. En contraste con la arquitectura bioclimática y la arquitectura pasiva, la arquitectura ecológica tiene un enfoque más holístico y abarcativo. Mientras que la arquitectura bioclimática se centra principalmente en adaptar el diseño del edificio a las condiciones climáticas locales para mejorar el confort y reducir la dependencia de sistemas mecánicos, y la arquitectura pasiva se enfoca en minimizar la demanda energética mediante una envolvente altamente aislante y hermética, la arquitectura ecológica aborda una amplia gama de factores ambientales y de sostenibilidad que tratan de integrar el edificio con su entorno y reducción de usos de recursos naturales.
Arquitectura Natural
La arquitectura natural es un enfoque de diseño que busca integrar los edificios de manera armónica con su entorno, utilizando materiales y técnicas que son sostenibles, renovables y localmente apropiados. Este estilo de arquitectura pone un fuerte énfasis en la utilización de materiales naturales como madera, piedra, arcilla y paja, y emplea métodos de construcción que minimizan el impacto ambiental y fomentan la autosuficiencia. La arquitectura natural a menudo incorpora principios de diseño bioclimático, ajustando el edificio a las condiciones climáticas específicas para optimizar el confort térmico y la eficiencia energética, aprovechando recursos como la luz solar y la ventilación natural. Además, la arquitectura natural no solo se preocupa por los materiales y las técnicas de construcción, sino que también valora la conexión cultural y espiritual con el lugar. Se busca diseñar espacios que no solo sean funcionales y eficientes, sino que también fomenten el bienestar y la conexión de los ocupantes con su entorno natural y social. En este tipo de arquitectura, es común ver diseños que se integran sutilmente en el paisaje, respetando la topografía local y los ecosistemas existentes, y que promueven la biodiversidad y la conservación del entorno natural. La arquitectura natural, por lo tanto, se presenta como una respuesta holística al diseño sostenible, considerando aspectos ambientales, sociales y culturales en su práctica.
Bioconstrucción.
La bioconstrucción es un enfoque de la construcción que se enfoca en la creación de edificios sostenibles mediante el uso de materiales de baja toxicidad, reciclados o de origen local, y técnicas que minimizan el impacto ambiental. Este método prioriza la salud y el bienestar de los ocupantes, asegurando una calidad de aire interior óptima y evitando materiales que emitan compuestos orgánicos volátiles o cualquier otro tipo de contaminante. La bioconstrucción también integra principios de eficiencia energética y gestión del agua, y busca minimizar el impacto energético y de recursos en todas las etapas de la vida del edificio, desde su diseño hasta su desmantelamiento. Aunque la bioconstrucción y la arquitectura natural comparten muchos principios, como el uso de materiales sostenibles y la integración con el entorno, se diferencian en algunos aspectos clave. La arquitectura natural se centra más en la integración estética y funcional del edificio con su entorno natural inmediato, utilizando materiales brutos y técnicas tradicionales que pueden variar de una región a otra. En cambio, la bioconstrucción puede incluir una gama más amplia de tecnologías modernas y estándares de construcción ecológica que no necesariamente se limitan a lo local o tradicional, sino que también incorporan innovaciones tecnológicas y criterios de diseño sostenible más amplios. Además, la bioconstrucción tiende a enfocarse más en la salud ambiental y humana, considerando detalladamente el ciclo de vida completo de los materiales y su impacto ambiental.
Arquitectura regenerativa
La arquitectura regenerativa va más allá de simplemente reducir el impacto negativo de la construcción en el medio ambiente; su objetivo es tener un impacto positivo, activamente mejorando el entorno natural y social. Este enfoque innovador implica diseñar edificios que no solo sean autosuficientes y sostenibles, sino que también contribuyan a regenerar los ecosistemas locales, mejorar la biodiversidad y fortalecer la comunidad en la que se insertan. Los proyectos de arquitectura regenerativa integran sistemas vivos en su diseño, como jardines en azoteas que pueden restaurar hábitats o sistemas de tratamiento de aguas grises que revitalizan cuerpos de agua locales. Asimismo, promueven prácticas que restauran y revitalizan la tierra y las comunidades, creando espacios que no sólo son habitables, sino que son proactivamente beneficiosos para el ambiente y la sociedad. La arquitectura regenerativa se diferencia de otros tipos de arquitectura sostenible en su ambición y alcance. Mientras que la arquitectura ecológica, la bioconstrucción y la arquitectura natural se centran en la reducción del impacto ambiental y el uso de materiales sostenibles, la arquitectura regenerativa busca ir un paso más allá al intentar reparar y mejorar los sistemas naturales y sociales dañados. Los proyectos regenerativos no se limitan a ser neutrales o menos dañinos para el medio ambiente; en cambio, tienen como objetivo crear un cambio positivo y tangible en el entorno, haciendo contribuciones activas a la recuperación y mejoramiento de los ecosistemas y las comunidades locales. Este enfoque implica una visión holística y de largo plazo, donde el diseño arquitectónico se ve como una oportunidad para contribuir a la sostenibilidad global de maneras profundamente transformadoras.
Arquitectura Biomimética
La arquitectura biomimética es un enfoque de diseño que busca soluciones innovadoras para la construcción y la sostenibilidad mediante la imitación de las estrategias encontradas en la naturaleza. Este tipo de arquitectura se inspira en los procesos biológicos, las formas, los materiales y las estructuras que han sido optimizados a lo largo de millones de años de evolución. Al observar y entender cómo los organismos viven y reaccionan a sus entornos, los arquitectos y diseñadores biomiméticos aplican estos principios biológicos para desarrollar soluciones eficientes y sostenibles que pueden reducir el impacto ambiental de los edificios. Por ejemplo, estudiar la forma en que las hojas capturan la luz solar puede inspirar el diseño de sistemas de fachadas que maximicen la luz natural, reduciendo la necesidad de iluminación artificial. La arquitectura biomimética no solo se concentra en copiar la estética de la naturaleza, sino que profundiza en entender y aplicar las soluciones funcionales que los organismos han desarrollado. Esto incluye la adaptabilidad a los cambios climáticos, la eficiencia del uso de los recursos y la capacidad de auto-reparación, entre otros aspectos. Además, esta disciplina promueve un enfoque interdisciplinario, fusionando la biología con la arquitectura y la ingeniería para crear diseños que son tanto innovadores como ecoeficientes. En resumen, la arquitectura biomimética propone una simbiosis entre la naturaleza y la tecnología humana, buscando no solo minimizar el daño ambiental, sino también potenciar un ambiente construido que funcione en armonía con el entorno.
Bioarquitectura
Es el diseño bioclimático, materializado a través de la construcción natural o con materiales de bajo impacto y con un diseño permacultural.
La bioarquitectura no solo enfatiza el uso de materiales sostenibles, sino que también promueve una integración armónica con el entorno natural circundante. Los principios de diseño en bioarquitectura se centran en minimizar la huella ambiental de las edificaciones, optimizando recursos como la luz solar y el agua de lluvia, y mejorando la calidad del aire interior mediante la utilización de plantas y técnicas de ventilación natural. Esta disciplina busca, además, fortalecer la conexión entre los habitantes y su espacio vital, creando entornos que fomenten el bienestar y la salud a través de un diseño que respeta tanto a la naturaleza como a las tradiciones culturales locales.
La permacultura es un sistema de principios de diseño agrícola y social que se centra en simular o utilizar directamente los patrones y características observados en los ecosistemas naturales.
Un anillo para gobernarlos a todos
Lo sé, es una referencia al Señor de los Anillos, no pude evitarlo y posiblemente sea una pésima referencia, pero aquí esta. La arquitectura sostenible es el manto que cubre todas estas tipologías y da una guía y referencia para que cada país se adapte al desarrollo sostenible que tanto necesitamos, por la salud de nuestro planeta y de las personas. Todos quieren ser sostenibles, pero por las diferentes realidades y situaciones locales, hasta el momento no existe una sola forma de hacer arquitectura sostenible, por eso es importante observar y aprender de cada una de ellas.
¿Necesito especializarme en todas? No. Lo mejor de cada una, lo estaré compartiendo en este blog, para que puedas tomar la mejor decisión para ti por si quieres especializarte.
Conclusión
Cada tipología de arquitectura sostenible aporta una visión única y está dirigida hacia la consecución de un desarrollo sostenible. Desde la integración de edificaciones con el entorno natural que propone la arquitectura natural, hasta las soluciones inspiradas en la biología de la arquitectura biomimética, cada enfoque tiene su valor sin que uno sea superior al otro. Reconociendo que cada país posee características climáticas, culturales y tecnológicas distintas, no existe una única solución universal. En este blog, me propongo explorar y presentar las estrategias más efectivas de cada tipología de arquitectura sostenible. Mi objetivo es cubrir una amplia gama de enfoques, proporcionándote, como lector, conocimientos relevantes y aplicables en tus propios proyectos y entornos locales. Cada artículo se dedicará a examinar en detalle los diferentes aspectos y beneficios de las tipologías sostenibles, con el fin de satisfacer y ampliar el entendimiento de cualquier persona interesada en el amplio espectro de la arquitectura sostenible.
Espero te haya gustado,
Adaliz Sayago