Paja en construccion

Materiales descarbonizados: Paja

December 23, 20258 min read

¿Y si el material que más puede transformar la arquitectura … es el que siempre despreciamos?

Hay una escena que todos recordamos: el lobo sopla, y la casa de paja cae. Ese cuento infantil ha hecho más daño a la paja que cualquier tormenta real.

Pero ¿y si te dijera que, después de entrevistar a EcoCocon y revisar estudios recientes, la paja es uno de los materiales más potentes que tenemos hoy para diseñar edificios sostenibles, saludables y sorprendentemente duraderos? Existen viviendas de paja que han superado el siglo de vida, como la histórica casa de Émile Feuillette en Francia o varias construcciones pioneras en Nebraska

A mí también me costó creerlo la primera vez.

La paja no es un material pobre: es un material infravalorado

Durante décadas la paja se consideró “desecho agrícola”. De hecho, lo es: la mayor parte del cereal que consumimos deja tras de sí toneladas de tallos que se queman, se apilan o simplemente se descartan. Eso significa energía ya invertida por la naturaleza… desperdiciada.

Los estudios lo confirman: la paja tiene una energía incorporada extremadamente baja, mantiene secuestrado el carbono que la planta fijó durante su crecimiento mientras el edificio está en uso y, cuando se utiliza como aislamiento, reduce la demanda energética de forma notable. Las investigaciones muestran que, con densidades entre 110 y 190 kg/m³, los muros de paja logran valores de transmitancia muy competitivos y un rendimiento térmico superior al de muchos sistemas convencionales

Además, estudios como Straw Bale as Sustainable Material evidencian que, incluso en climas fríos, la paja puede reducir entre un 25% y un 60% la energía necesaria para calefacción respecto al ladrillo o el bloque, gracias a sus propiedades aislantes

Y eso es solo el comienzo.

La paja desde la mirada de EcoCocon

En mi entrevista con Gabriel Patricio Kosowski, de EcoCocon, pude ver la industrialización de la paja llevada a su máxima expresión. Ellos producen paneles estructurales compuestos de un entramado de madera y paja compactada con geometría controlada y ensayos certificados. La clave está en la precisión industrial:

  • Densidad controlada: alrededor de 110 kg/m³, suficiente para que el interior del panel tenga solo un 7% de oxígeno, lo que limita drásticamente la combustión.

  • Resistencia al fuego: panel pelado con clasificación REI 30; con acabados adecuados, llegan a REI 120.

  • Sistema respirable: combinan paja + revocos interiores de arcilla + membranas impermeables transpirables en el exterior.

  • Uso mínimo de madera: listones de 10×5 cm en doble entramado, reduciendo recursos sin comprometer la estabilidad.

Y quizá lo más interesante para mí como arquitecta: los interiores de estos edificios se sienten diferentes. Pude visitar un prototipo hace unos años en la feria Construmat en Barcelona. (Lo puedes ver en la entrevista)

Gabriel lo explicaba con mucha claridad: vivir dentro de un edificio construido con materiales naturales (paja y madera) genera “confort puro”. Según sus palabras, “te sientes igual que si estuvieras dentro de una cueva o en medio de la naturaleza”.

Y esto se debe, como él mismo detalla, a que si revistes los interiores con arcilla, la pared puede respirar correctamente y entonces “no hay partículas volátiles, no hay polvo en suspensión y no hay olores”

Esto conecta directamente con mi metodología Blueprint del diseño sostenible y saludable, especialmente con:

  • Principio de materiales saludables: la paja y los revocos naturales crean interiores libres de tóxicos y con una regulación higroscópica que favorece la salud.

  • Principio de eficiencia energética: su capacidad aislante reduce la demanda térmica de manera pasiva y constante durante todo el año.

  • Elemento de calidad del aire interior: al ser un sistema transpirable, evita condensaciones y mantiene un aire interior más limpio y estable.

  • Elemento de confort: proporciona una sensación térmica y acústica superior que mejora el bienestar cotidiano.

  • Elemento de biofilia: al usar materiales naturales, genera espacios que reconectan al usuario con texturas, sensaciones y ambientes más orgánicos.

¿Y qué pasa con la humedad?

"Es la pregunta que más recibo". Es lo que me dijo Gabriel en la entrevista, cuando le formulé esta pregunta.

La paja, como material natural, es higroscópica: absorbe y libera humedad de forma controlada. Los estudios muestran que no empieza la degradación significativa hasta superar humedades del 25% en base seca, y que puede tolerar humedades relativas muy altas sin deteriorarse siempre que pueda secar adecuadamente.

La clave no es “protegerla del agua” sino permitirle respirar, algo que EcoCocon incorpora con sistemas transpirables que evitan condensaciones internas.

Y si ocurriera una fuga de agua (pregunté explícitamente en la entrevista) la reparación es sorprendentemente sencilla: retirar el área afectada, secar, rellenar con fibra o celulosa y listo. De las más de 400 casas construidas con sus paneles, solo se registraron 4–5 casos así, todos solucionados de forma satisfactoria. Esta fue su respuesta.

Puedes ver la entrevista completa que le hice a Gabriel Patricio Kosowski a continuación:

La satisfacción del usuario: lo que aprendí investigando

Una cosa es lo que diga la técnica. Otra, lo que siente quien vive dentro.

Revisando la investigación User Satisfaction Regarding Straw Bale Buildings, hubo un dato que me pareció especialmente interesante: el 100% de los usuarios encuestados declaró estar satisfecho con su vivienda, y el 96% afirmó que volvería a construir con paja . Para cualquier sistema constructivo, este nivel de aceptación es excepcional.

El estudio (realizado a 75 propietarios de diferentes países) muestra con claridad qué aspectos valoran más quienes viven en este tipo de edificios:

  • La sostenibilidad del sistema, señalada como la principal motivación para elegir la paja.

  • Un mantenimiento considerado bajo por el 84% de los usuarios, aunque el estudio indica que el revoco exterior es el elemento que requiere más atención con el paso de los años.

  • Un comportamiento térmico muy satisfactorio, asociado a interiores estables y confortables.

  • Una calidad del aire interior bien valorada, vinculada al uso de materiales naturales y a la transpirabilidad del sistema.

  • Un desempeño acústico percibido como excelente, respaldado por investigaciones previas que muestran una reducción significativa del ruido.

Y aquí llega una observación que me parece crucial para el debate actual:

Muchos de los usuarios habían autoconstruido sus viviendas sin asistencia profesional.

Esto explica parte de las variaciones en calidad, costes y tiempos. Y también demuestra algo que vemos mucho en el sector: cuando no hay acceso a profesionales especializados, las personas buscan soluciones por su cuenta… pero no siempre con los mejores resultados.

Aquí es donde los sistemas industrializados como EcoCocon juegan un papel clave: democratizan el uso de materiales naturales permitiendo que personas sin experiencia previa puedan acceder a un producto probado, certificado, modular y seguro.

Para mí, este punto une dos mundos:

  • El deseo de autoconstrucción (comprensible, humano, económico).

  • La calidad, seguridad y durabilidad que requiere un proyecto arquitectónico real.

La viabilidad real: ¿podemos construir con paja a escala?

Sí, y los estudios sobre viabilidad lo confirman: la paja ofrece un rendimiento térmico, acústico y una resistencia al fuego comparables (y en muchos casos superiores) a los de numerosos sistemas convencionales. Su eficacia se basa en la densidad adecuada, la correcta compactación y el uso de sistemas transpirables que permiten gestionar la humedad de forma segura .

Además:

  • Es local y abundante, al ser un subproducto agrícola disponible en la mayoría de regiones.

  • Reduce el uso de madera, un recurso cada vez más presionado, especialmente en sistemas industrializados como los de EcoCocon.

  • Tiene un impacto ambiental muy bajo, tanto en su obtención como en su transformación.

  • Mantiene secuestrado el CO₂ que la planta capturó durante su crecimiento, reteniéndolo durante toda la vida útil del edificio.

  • Es reutilizable o biodegradable al final de su ciclo.

  • Y aunque la inversión inicial puede ser ligeramente mayor (especialmente sin profesionales especializados), los costes de operación y mantenimiento son considerablemente bajos gracias al alto rendimiento térmico y al reducido mantenimiento que requiere, salvo la atención periódica al revoco exterior .

Mi reflexión personal como arquitecta

Después de investigar, entrevistar y analizar datos, hay algo que me gustaría compartir contigo como colega del sector:

La paja no es un material del pasado; es una solución extraordinariamente contemporánea para los retos del futuro.

Muchos usuarios llegan a ella movidos por una intuición ecológica, pero se encuentran con una realidad compleja cuando optan por la autoconstrucción tradicional. Y ahí es donde creo que la arquitectura sostenible tiene un gran reto (y una enorme oportunidad)que todavía no estamos aprovechando del todo.

Como profesionales, tenemos la responsabilidad de dar visibilidad y rigor técnico a materiales que hemos descartado durante décadas por considerarlos “primitivos” o “anticuados”. Lo mismo ocurre con el bambú (sobre el que escribí en otro artículo) o con la paja en este caso: materiales naturales, renovables y altamente eficientes que el sector ha relegado por prejuicios culturales más que por razones técnicas.

Por eso creo que nuestro papel debe orientarse hacia:

  • llevar los materiales naturales a la construcción profesionalizada, mediante sistemas industrializados, certificados y accesibles;

  • conectar tradición y tecnología en lugar de enfrentarlas;

  • acompañar a los usuarios y autoconstructores, porque la sostenibilidad real se construye desde la orientación, no desde el abandono.

La paja es un material sorprendentemente versátil, capaz incluso de dar forma a esculturas y estructuras de gran tamaño. Una imagen que siempre recuerdo es de cuando vivía en Chiang Mai, Tailandia, en 2023: una mañana salí a correr por un campo de arroz y me encontré con enormes figuras hechas íntegramente de paja. Me impresionó la habilidad del país para aprovechar este material, no solo como cubierta tradicional de las viviendas (que era lo que yo conocía), sino también para crear verdaderas estructuras monumentales.

Esculturas de paja

Quizá valga la pena hacerse esta pregunta:

¿Cuántos materiales disponibles hoy son renovables, accesibles, saludables, eficientes y capaces de mantener secuestrado carbono en lugar de liberarlo?

La paja es uno de esos pocos casos.

Y tal vez ha llegado el momento de dejar de mirarla con los ojos del lobo feroz del cuento (llenos de prejuicios y temores heredados) y empezar a verla con la perspectiva abierta de quienes buscan soluciones constructivas más sostenibles y coherentes con el futuro que queremos construir.

Espero te haya gustado leerlo, como a mi escribirlo.

Adaliz Sayago

Curso arquitectura sostenible y saludable

Adaliz Sayago

Soy arquitecta y gestora ambiental, lo que me llevó de forma natural a especializarme en sostenibilidad en la construcción, aprovechando la estrecha relación entre ambas disciplinas. Estoy segura de que aprenderás mucho conmigo.

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